Un equipo médico le practicaba una intubación a un paciente de COVID-19 en el Marian Regional Medical Center en Santa Maria, California, este mes. (Daniel Dreifuss/The New York Times)

CALIFORNIA — Dos estudios confirman que un nuevo coronavirus mutante en California es más contagioso, aunque la escala de su amenaza no está clara.

Dos nuevos estudios demuestran que una variante del coronavirus que fue detectada en California durante el mes de diciembre, es más contagiosa que las formas previas del virus. Eso ha aumentado la preocupación por la posibilidad de que las mutaciones emergentes puedan afectar la drástica disminución de casos registrada en todo el estado, y quizás en otros lugares.

En una de las investigaciones, los investigadores encontraron que la variante se ha extendido rápidamente en un vecindario de San Francisco durante los últimos meses. El otro estudio confirmó que la nueva variante se ha presentado en todo el estado y reveló que produce el doble de partículas virales dentro del cuerpo de una persona. Ese estudio también sugiere que esta variante puede evadir mejor las defensas del sistema inmunitario y las vacunas.

“Me gustaría tener mejores noticias y poder decirles que esta variante no es significativa”, dijo Charles Chiu, virólogo de la Universidad de California en San Francisco. “Pero, desafortunadamente, nos regimos por lo que dice la ciencia”.

Ninguno de estos estudios se ha publicado en una revista científica. Y los expertos no saben cuál es el grado de amenaza para la salud pública que representa esta variante, en comparación con otras que también se están propagando en California.

Una variante conocida como B.1.1.7 llegó a Estados Unidos desde el Reino Unido, donde rápidamente se convirtió en la forma dominante del virus y sobrecargó los hospitales. Los estudios de registros médicos británicos sugieren que la B.1.1.7 no solo es más transmisible, sino más letal que las variantes anteriores.

Algunos expertos dijeron que la nueva variante detectada en California era preocupante, pero es poco probable que genere tanto agobio como la B.1.1.7.

“Cada vez estoy más convencido de que, a nivel local, se transmite más que las otras”, dijo William Hanage, epidemiólogo de Escuela de Salud Pública T. H. Chan de la Universidad de Harvard que no participó en la investigación. “Pero no hay evidencia que sugiera que se encuentre en la misma liga que la B.1.1.7”.

Chiu se topó por primera vez con la nueva variante por accidente. En diciembre, él y otros investigadores de California estaban preocupados por el descubrimiento de la B.1.1.7 en el Reino Unido. Comenzaron a revisar sus muestras de pruebas positivas de coronavirus en California, secuenciando genomas virales para ver si la B.1.1.7 había llegado al estado.

En la víspera de Año Nuevo, Chiu se sorprendió al encontrar una variante previamente desconocida que constituía una cuarta parte de las muestras que él y sus colegas habían recolectado. “Pensé que era una locura”, dijo.

Resultó que los investigadores del Centro Médico Cedars-Sinai en Los Ángeles también detectaron un gran aumento de la misma variante en el sur de California. Chiu anunció su hallazgo inicial y, dos días después, el equipo del Cedars-Sinai lo hizo público.

Desde entonces, los investigadores han estado observando más de cerca la nueva variante, conocida como B.1.427 / B.1.429, para identificar su origen y rastrear su propagación. Hasta la fecha ha sido detectada en 45 estados, y en otros países como Australia, Dinamarca, México y Taiwán. Pero, hasta ahora, solo se ha disparado en California.

Al principio no estaba claro si la variante era intrínsecamente más transmisible que otras, o si había surgido en California debido a reuniones que se convirtieron en eventos superpropagadores.

“A veces, una boda sin medidas de precaución o el ensayo de un coro puede crear una gran diferencia”, dijo Joe DeRisi, copresidente del Chan Zuckerberg Biohub, que ha estado investigando la propagación de la variante.

En un nuevo estudio que pronto se publicará en línea, Chiu y sus colegas analizaron 2172 muestras de virus recolectadas en todo el estado entre septiembre y enero. A principios de septiembre, los investigadores no encontraron señales de la B.1.427 / B.1.429. Pero a finales de enero, se había convertido en la variante predominante en California. Chiu y sus colegas estiman que los casos causados por la variante se duplican cada 18 días.

Al revisar los registros médicos de 308 casos de COVID-19 en San Francisco, Chiu y sus colegas encontraron que un porcentaje mayor de personas había fallecido por la nueva variante, en comparación con las anteriores. Pero ese resultado podría ser una casualidad estadística: solo hubo 12 muertes en el grupo, por lo que es posible que la diferencia en las muertes de un subgrupo a otro no se mantengan en una muestra más grande.

Los investigadores también realizaron experimentos en el laboratorio para buscar evidencia de que la nueva variante tuviera una ventaja biológica. En un estudio, demostraron que era al menos un 40 por ciento más eficaz para infectar células humanas que las variantes anteriores. Y cuando los investigadores midieron el material genético encontrado en los hisopos utilizados para las pruebas de coronavirus, encontraron que las personas infectadas con la variante producen una carga viral que es dos veces mayor que la de otras variantes.

El estudio también encontró que la nueva variante puede ser más efectiva para evadir el sistema inmunitario. Los anticuerpos de personas que se recuperaron de infecciones de otras variantes fueron menos efectivos para bloquear la nueva variante en el laboratorio. Lo mismo sucedió cuando los investigadores utilizaron suero sanguíneo de personas que habían sido vacunadas.

Sin embargo, el efecto de la variante sobre la inmunidad parece ser mucho menor que el causado por una variante de Sudáfrica llamada B.1.351. Chiu dijo que no está claro si las vacunas actuales serán menos efectivas contra la B.1.427 / B.1.429.

“Si logramos vacunar a suficientes personas, podremos lidiar con estas variantes simplemente porque no tendremos transmisión continua”, dijo.

En otra investigación que aún no se ha publicado, DeRisi y sus colegas observaron de cerca cómo se extendió la variante en el distrito Mission, un vecindario predominantemente latino en San Francisco.

Al observar muestras de finales de noviembre, los investigadores encontraron que el 16 por ciento de los coronavirus pertenecían a la variante B.1.427 / B.1.429. En enero, después de secuenciar 630 genomas, descubrieron que representaba el 53 por ciento.

Los investigadores también estudiaron la propagación de esta variante y otras en 326 hogares. Descubrieron que las personas tenían un 35 por ciento de posibilidades de infectarse si alguien en su casa tenía B.1.427 / B.1.429. Si la persona estaba infectada con otra variante, la tasa era solo del 26 por ciento.

“Lo que vemos es una diferencia modesta, pero significativa”, dijo DeRisi.

Chiu comentó que el estudio de San Francisco ofrece un microcosmos de cómo la variante se ha extendido por todo el estado. “Los datos que tienen del distrito Mission realmente respaldan nuestros datos y viceversa”, dijo.

Pero Hanage, el investigador de Harvard, no está convencido de que la variante represente una amenaza importante. Cada vez que la B.1.1.7 surge en un nuevo país, se transmite rápidamente. Por el contrario, la variante descubierta en California parece haberse expandido poco a poco.

Chiu y sus colegas lograron estimar cuándo se originó la B.1.427 / B.1.429 comparando las mutaciones que han surgido desde que los virus se separaron de su ancestro común. Ese análisis determinó que fue a fines de la primavera. De ser correcto, eso significa que la variante acechaba a niveles extremadamente bajos en California durante quizás cuatro meses o más.

“No es tan importante como las demás”, dijo Hanage, quien cree que si los científicos secuencian más genomas de coronavirus en otros lugares, encontrarán más mutaciones de propagación moderadamente rápida. “Tal vez las variantes ya están en todas partes, pero solo las estamos detectando en los lugares donde hay secuenciación”, dijo.

Es posible que pronto tengamos nuevos conocimientos sobre la seriedad con la que debemos tomarnos estas variantes emergentes. La B.1.1.7 llegó a California a principios de diciembre y, aunque se ha duplicado cada 12 días aproximadamente, solo representa el 2 por ciento de los coronavirus en el estado.

Ahora California se convertirá en una especie de jaula viral donde se enfrentarán las dos variantes. “Mi sospecha es que la B.1.1.7 ganará”, dijo Hanage.

Chiu, sin embargo, cree que es posible que la B.1.427 / B.1.429 reprima a la recién llegada y continúe dominando el estado.

“Lo averiguaremos en las próximas semanas”, dijo.

Carl Zimmer es el autor de la columna Matter. Ha publicado trece libros, entre ellos She Has Her Mother’s Laugh: The Powers, Perversions, and Potential of Heredity@carlzimmer

Copyright 2021 The New York Times Company

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